La situación generada por el COVID-19 nos ha llevado a aprender nuevas cosas. Por ejemplo, que para vivir mejor, social y económicamente, las otras personas son esenciales.
En mi concepción, estos retos que ha impuesto la pandemia nos ha hecho conscientes de cuanto son necesarias las personas a nuestro alrededor, físicamente o virtualmente.
La interacción social es vital. En este entrenamiento forzado para ermitaños, hemos aprendido de la importancia de mantener un contacto frecuente y fluido con familiares, amigos, prospectos, clientes y nuevas personas.
El contacto directo y virtual con las personas es saludable y trascendente.
En mi opinión, la pandemia nos ha cambiado, no totalmente, pero sí algo.
Porque además hay que considerar que el contacto directo también significó contagio y enfermedad, un gran riesgo; de un enemigo invisible y mortal.
Ahora bien, este nuevo impulso a la comunicación virtual, debido al encierro, está presionando a que usemos nuestra capacidad de aprender y de creatividad, que nos iniciemos en el fascinante y complejo mundo del social media.
En Internet ya se percibe el aumento de información, la búsqueda de nuevos prospectos en forma digital. El lado negativo es que se está saturando el ecosistema de comunicaciones de mala calidad, o enfocados a vender burdamente, sin siquiera persuadir. Lo que está ocasionando un efecto contrario, no muy agradable, hay que andar en redes saltando todo aquello que no nos gusta.
El desafío de atraer a la gente en ámbitos digitales es que el navegante tiene un gran poder, poco paciencia y un sinnúmero de ofertas a la velocidad de un click.
Ser único en un océano de iguales
Es muy fácil para cada uno de nosotros interactuar en reuniones sociales y de negocios.
Naturalmente, como individuos, usamos un tono de voz, nuestro cuerpo nos ayuda mediante la vestimenta y el peinado. Platicamos temas de interés con un tono de voz y un grupo de palabras. Gesticulamos, nos reímos y nos comportamos.
Bien, de alguna manera esto hay que trasladarlo al mundo digital, definir por qué somos únicos.
Y este esfuerzo debe verse reflejado en el tono de la comunicación, el estilo de diseño, las imágenes y los colores. Estos reforzarán la identidad y el mensaje.
Saber comunicar
Los internautas detectan con gran facilidad qué es lo que les llama la atención, y también lo que no.
Es cierto que es imposible que todos los usuarios de internet nos sigan o les interesen los temas, pero si lograr atraer a un grupo de personas, e ir creciendo la audiencia.
Eso requerirá de perfilar el tipo de tribu que se busca motivar, entender su gustos y motivaciones.
Los usuarios tienen la expectativa de que se está bien informado del tema, que los criterios expresados le ayuden a formar el suyo propio.
También tener un estilo carismático y empático, que abra las puertas del corazón y la mente de la gente porque se sienten bien tratadas y comprendidas.
La siguiente es una lista nos exhaustiva de lo que es recomendable hacer en la red:
- Exponer un tema de interés.
- Saber llamar la atención al exponer.
- Producir buenos textos, imágenes o videos.
- Calendarizar correctamente
- Interactuar constructivamente con los usuarios.
Entre mejor se defina una carácter y personalidad únicos, mayor es la posibilidad de conectar con un grupo de personas. A las que les provoquemos interés.
Usar correctamente las herramientas tecnológicas
Como toda actividad, la publicación en:
- YouTube
- Etc.
Requiere de ciertos pasos y protocolos, de una lógica de operación.
Pero además de eso es necesario producir con programas de imágen de vectores y píxels como Adobe Illustrator, Adobe Photoshop o de video como DaVinci Resolve y Adobe Premiere u otros.
Frecuentemente se debe tener una cámara que pueda tomar buenas fotografías y videos, equipo de iluminación y micrófonos.
No me extenderé más en este tercer punto porque es muy amplio, pero si quiero externar la gama de cualidades y habilidades que deben sumarse para tener presencia en la red.
Podremos escoger solo algunas, que es lo más recomendable, e iniciar la aventura de navegar el universo digital un uno o unos puntos en específico.