Ah! lo importante, crear el concepto de marca!

La definición de una marca se enfoca más allá del diseño visual o de los mensajes publicitarios.

Es el proceso central donde se definen los valores fundamentales, la filosofía y los pasos que guiarán cómo la marca sirve a sus clientes y toma posición en el mercado.

Antes de embarcarse en la creación de un logo o en la elaboración de mensajes o anuncios sin sentido, los empresarios deben dedicar tiempo a reflexionar sobre qué principios y promesas desean que su marca represente.

El hacerlo no solo garantiza coherencia en todas las comunicaciones futuras, sino que también establece las condiciones necesarias para establecer relaciones sólidas y significativas con su mercado objetivo.

Cuando la conceptualización de la marca se descuida, el mensaje y los beneficios que la marca ofrece pueden ser malinterpretados o no entendidos por el público objetivo.

Esto conduce a una conexión deficiente y a una comprensión pobre de lo que la marca representa y cómo puede satisfacer las necesidades del consumidor.

A continuación, se presentan tres ejemplos de cómo una mala ejecución en la conceptualización, diseño y mensaje de la marca puede ocasionar una pérdida de recursos, agotamiento del equipo de trabajo y falta de conexión con el mercado potencial.

  • Inconsistencia en la comunicación. Si una empresa no define claramente su concepto de marca desde el principio, puede terminar enviando mensajes contradictorios a través de diferentes canales de marketing. Por ejemplo, una empresa que se presenta como ecológico en su sitio web, pero que promueve productos no sostenibles en redes sociales, confunde a los consumidores y pierde credibilidad.
  • Desperdicio de recursos. Un diseño de logo hecho sin una comprensión clara del concepto de marca puede llevar a revisiones continuas o incluso a un rediseño completo, lo que desperdicia tiempo y dinero. Un caso común es cuando una empresa lanza un logo que no refleja adecuadamente sus valores centrales o su identidad, dando como resultado costosos cambios posteriores.
  • Falta de conexión con el mercado. Si una marca no articula claramente cómo beneficia a sus clientes de manera única y especial, corre el riesgo de ser percibida como otra opción genérica en el mercado. Por ejemplo, una cafetería que no comunica por qué su café es diferente al de sus competidores, podría perder clientes potenciales que buscan una experiencia única o un valor añadido que no pueden encontrar en otro lugar.
Un concepto de marca efectivo siempre se centra en el cliente y en cómo la marca puede satisfacer sus necesidades específicas de una manera que ninguna otra marca puede.

Esto permite a los consumidores identificar rápidamente los beneficios distintivos de la marca y preferirla sobre otras opciones disponibles. Establecer esta base sólida antes de cualquier actividad de marketing garantiza que todos los esfuerzos posteriores estén alineados y maximicen el impacto en el mercado objetivo.

En resumen, para los pequeños empresarios es crucial invertir tiempo y esfuerzo en la conceptualización de su marca antes de proceder con el diseño visual, los mensajes de marketing y la presencia en redes sociales.

Este enfoque no solo evita desperdiciar recursos y desgastar al equipo, sino que también asegura que la marca se comunique de manera efectiva y significativa con su audiencia, estableciendo así una base sólida para el crecimiento y el éxito a largo plazo.

Por: Víctor Raúl Ordóñez

Consultor de Brand Marketing.
@vrordonez
@admirabrand

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