La publicidad es una herramienta importante para las marcas, ya que les permite atraer la atención de los consumidores y presentar sus productos o servicios de manera atractiva.
Sin embargo, cuando una marca miente en su comunicación, puede tener efectos negativos en su reputación y en la confianza que los consumidores tienen en ella.
La mentira puede presentarse de diferentes maneras. Puede ser una afirmación falsa sobre las características de un producto, una exageración de los beneficios que ofrece, la manipulación de datos o imágenes, o incluso la omisión de información importante.
Cualquiera que sea la forma en que se presente, la mentira en la publicidad puede dañar la credibilidad de una marca y reducir la lealtad del consumidor.
Un ejemplo de una marca que ha mentido en su publicidad es la compañía Volkswagen. En 2015, se descubrió que Volkswagen había instalado software en sus vehículos diésel para manipular las emisiones de gases contaminantes durante las pruebas de emisiones.
La compañía había estado promocionando sus vehículos diésel como más eficientes y respetuosos con el medioambiente que los vehículos de gasolina, pero esto resultó ser una mentira.
Este escándalo afectó la reputación de Volkswagen y la confianza que los consumidores tenían en la marca. La compañía tuvo que pagar multas millonarias y enfrentar demandas de consumidores y gobiernos de todo el mundo. Además, tuvo que retirar millones de vehículos del mercado y enfrentar una caída en las ventas.
Otro ejemplo de una marca que ha mentido en su publicidad es la compañía de alimentos Kellogg’s. En 2016, Kellogg’s fue multada por la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos por afirmar que su cereal Frosted Mini-Wheats mejoraba el rendimiento escolar en un 20 % en los niños. La compañía no pudo demostrar esta afirmación y fue multada por hacer afirmaciones falsas.
Este caso muestra cómo una mentira en la publicidad puede tener consecuencias legales para una marca. Además de pagar multas, Kellogg’s también enfrentó una pérdida de credibilidad y confianza por parte de los consumidores.
Un tercer ejemplo de una marca que ha mentido en su publicidad es la compañía de tecnología Apple. En 2012, Apple fue multada en Italia por hacer afirmaciones engañosas sobre la resistencia al agua de su iPhone. La compañía afirmó que el iPhone era resistente al agua hasta una profundidad de un metro durante 30 minutos, pero esto no fue cierto en todas las situaciones.
Este caso muestra cómo incluso las marcas más grandes y respetadas pueden cometer errores en su publicidad. Apple tuvo que pagar una multa y retirar algunos de sus anuncios en Italia debido a esta afirmación engañosa.
El Dr. Nader Tavassoli, profesor de London School of Business, y especialista en estrategia de marca, cita que la experiencia de consumo es uno de los elementos más importantes al momento en que un cliente valora una marca; y que es central que la comunicación o la publicidad no se excedan en sus dichos, porque pueden tener el efecto contrario.
En un caso así, los consumidores, al comparar la promesa de marca (publicidad), y la experiencia con el producto o servicio; concluyen que no es verdad, y se genera un efecto negativo hacia la marca.
Seth Godin, el gran gurú de marketing de nuestra época, recomienda: promete menos y entrega más. Esto es: sorprende a tus consumidores.
Que en sus palabras describan lo que experimentaron con la marca, y que lo cuenten a sus amigos, parientes y conocidos, es de valor incalculable para las empresas.
No tiene efectos inmediatos, pero si ese crecimiento sostenido en las preferencias y, por lo tanto, en la participación en el mercado que se busca.
En conclusión, la mentira en el marketing y la publicidad pueden tener consecuencias graves para las marcas.
Además de dañar la reputación y la confianza del consumidor, también puede tener consecuencias legales y financieras.
Las marcas deben ser honestas y transparentes en su publicidad y asegurarse de que sus afirmaciones sean verdaderas y precisas.
De lo contrario, pueden enfrentar las consecuencias de sus mentiras, como las multas, las demandas y la pérdida de clientes.